¡QUE VIENE EL BORUSSIA!

Història | junio 22, 2017

El capitán del Borussia, Berti Vogts dijo que iría muy bien una semana de relajación antes de la decisiva final de la UEFA contra el Tweente.

En el partido se vieron algunas de las estrellas del mejor Borussia de todos los tiempos como Bonhof, Simonsen y Stielike.

Texto :Josep Rubio | Fotografía: Archivo Familia Toni Torres

En 1975 se cumplían apenas cuatro años de la fundación de la Sociedad Deportiva Formentera y la entidad ya tuvo una cita con la historia: un partido capaz de desbordar el Campo Municipal de Fútbol y llenarlo hasta la bandera con 3.500 espectadores, en un momento en que la isla rozaba los 4.000 habitantes. Los rojinegros se enfrentarían el 11 de mayo de ese año a uno de los grandes de Europa, el campeón de la Bundesliga, el Borussia Mönchengladbach.

Explica Xicu Ferrer, que entonces formaba parte de la directiva del club y acabó siendo su presidente, que el touroperador Transair, que trabajaba desde hacía años en Formentera, pretendía organizar un evento importante para conmemorar su 25 aniversario. La compañía tenía como cliente al club de Renania y en una época en que las cosas del fútbol se hacían en la distancia corta, y no tanto por medio de representantes y directores de marketing, se propuso al jugador Berti Vogts venir a jugar un amistoso a Formentera. El defensa no pensó ni en el largo viaje ni en el campo de tierra, y estuvo encantado con la idea. En pocas semanas los alemanes jugarían la final de la Copa de la UEFA contra el holandés Tweente, pero según explica Xicu Ferrer, «Berti dijo que iría muy bien una semana de relajación antes del decisivo partido». Cosas del fútbol de los setenta.

Y así fue, Transair llevó uno de los grandes del deporte rey a Formentera y el Municipal, que por entonces no disponía de gradas, «se equipó» con tres hileras de tablones suministrados por Muebles Carlos que se aguantaban con bloques. Además, una de las condiciones de Vogts fue que la recaudación se dedicara a una causa benéfica, por lo que las 140.000 pesetas de la taquilla (cada entrada costaba 20 duros) se dieron a Ca ses Monges, el convento de hermanas de la caridad.

En el partido, que congregó a miles de espectadores locales y de más allá de los Freus, se vieron algunas de las estrellas del mejor Borussia de todos los tiempos, aparte de «Der Terrier», jugaron Bonhof, Simonsen y Stielike, conocidos por la afición española por haber militado respectivamente en el Valencia, Barcelona y Real Madrid. El resultado, de 8 a 2, no tiene mucha historia, pero en la memoria de la afición rojinegra permanece la satisfacción de los dos goles marcados por Patiño al equipo que a los pocos días conseguiría la Copa de la UEFA.

Xicu Ferrer añade que el entrenador de los alemanes, Hennes Weisweiler, que firmó la temporada siguiente por el Barça, hizo los primeros contactos con el club catalán durante aquellos días en Formentera. Las consecuencias del partido pero, no acabaron aquí, en la cena de despedida, Vogts, un hombre lanzado, especialmente después de una buena comida, planteó organizar en Formentera un torneo juvenil anual con equipos internacionales.

El evento se realizó durante 13 ediciones y en él participaron clubes de España, Alemania e Italia. Él mismo o algún enviado suyo eran los encargados de entregar los trofeos, y fue por este motivo que dos años más tarde, Uli Stielike volvió a Formentera. Algunos en es Pujols aún recuerdan la noche en que su representante consiguió localizarlo en el Hostal Sa Volta, para anunciarle que la Federación Alemana finalmente le había otorgado la autorización para fichar por el Real Madrid, donde jugaría ocho años. El «Tanque» reventó de alegría e invitó a todos los presentes a beber. La fiesta se alargó hasta muy, muy tarde, recuerda Xicu Ferrer.