UN ANTICUARIO EN LA ERA DEL PLÁSTICO

Próximo Ferry | abril 26, 2018

En s’Estufador llegan plásticos de todas partes, incluso con inscripciones en ruso o chino.

Jorge Traverso aporta nuevos significados a los objetos que la sociedad de consumo ha rechazado.

Texto: Josep Rubio | Fotografía: Próximo Ferry

Jorge Traverso (Montevideo, 1950) escudriña la orilla del mar en busca de su materia prima. Encendedores, juguetes, tapones y botellas de plástico que después de ser sacudidos por las olas y curtidos por el sol transformará en piezas de ‘beach arte’. Basura que el Mediterráneo escupe en Formentera, sólo una ínfima porción de los 200 kilos de plástico que la humanidad vierte cada segundo en los océanos del mundo, o lo que es lo mismo, 8 millones de toneladas al año, según datos de Greenpeace.

Traverso, formado en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Uruguay, tiene en s’Estufador, al pie de la Mola, uno de sus rincones favoritos para hacer este tipo de hallazgos. En esta costa rocosa llegan objetos de orígenes cercanos, como España, Italia o el norte de África, pero también plásticos con inscripciones en alfabeto cirílico o chino. Desde que en 2010 trabajó en la brigada de limpieza de playas, descubrió la carga que contiene esta materia, rastros de su utilidad caducada, cicatrices de los rayos solares y del mar sobre las que reescribirá un inesperado destino.

Una vez en su pequeña casa taller de Cap de Barbaria, el uruguayo, que en el pasado fue anticuario en Barcelona y Santiago de Chile, reinterpreta su antiguo oficio, y después de limpiar las piezas con agua y lejía, las traslada sin más tratamientos al lienzo blanco, en busca de un nuevo significado. Con este trabajo de pintar sin pintura, Traverso rescata la belleza de los objetos que nuestra sociedad de consumo ha rechazado y compone degradados, siluetas, paisajes y marinas. Pero observando de cerca, descubriremos fragmentos de nuestra cotidianidad plástica, una especie de amargo recordatorio de que la contaminación del mar depende de nuestra diaria contribución.

Desde 2014 Traverso ha ofrecido diversas exposiciones individuales y colectivas en Formentera e Ibiza y ahora prepara una colaboración con la organización Drap-Art, que a finales de año dedicará una muestra sobre la contaminación en los océanos en el Museo Marítimo de Barcelona.

Para Formentera, la isla que lo acoge desde 2009, proyecta un pez de varios metros de longitud, con espinas de hierro y escamas de plástico. Una pieza que, bien mirado, podría coronar alguna de las rotondas de la isla, a modo de celebración por el reencuentro del monstruo de plástico con su origen, el petróleo que mueve los coches.

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