LOS OTROS VISITANTES DE FORMENTERA: LAS AVES

Història | marzo 9, 2017

Más de doscientas especies de aves han encontrado su hábitat en la isla.

Hoy en día sin embargo, los máximos registros se dan especialmente a finales de verano, cuando se han llegado a contabilizar unos dos mil ejemplares.

Texto: Josep Rubio | Fotografía: Ramon Tur

La peculiaridad de Formentera no es tanto que reúna especies singulares o exóticas sino más bien que las reducidas dimensiones de su territorio proporcionan al observador atento la posibilidad de contemplar desde una extraordinaria proximidad las aves, que se han habituado a la vecindad con los humanos.

Más de doscientas especies de aves han encontrado su hábitat en la isla, especialmente en el noroeste, una zona húmeda de unos 10 km² declarada Parque Natural y Zona de Especial Protección de Aves, que cuenta con dos lagunas saladas y con multitud de lagunas de la antigua industria salinera. Un entorno protegido en el que abunda la vegetación halófila que proporciona alimento y cobijo a las especies que nidifican, como el tarro blanco o la avoceta común o de otros que buscan refugio durante las migraciones, como las garzas o los flamencos. El Estany Pudent es el epicentro de esta actividad ornitológica y su contorno, de menos de 10 kilómetros, es plano y se puede recorrer fácilmente en bicicleta, ya que una carretera con carril bici salva la mitad norte del perímetro y por la otra mitad pasa el camino de s’Estany, ideal para caminar o para pedalear.

Precisamente a lo largo de este camino, es donde mejor se puede contemplar el hábitat vegetal en que vive esta multitud de pájaros. Allí observaremos el bosque mediterráneo, representado por el pino blanco, la sabina, el romero o el tomillo y la vegetación adaptada al ambiente salino del estanque, con las diversas especies de suelos, juncos, boga y los suelos más rocosos, los limonium.

Más allá del litoral, donde encontraremos aves puramente marinas, como la pardela balear, el vencejo negro o el halcón peregrino, en el Estany Pudent, se pueden distinguir los avisadores que crían y, entre las limícolas, además del flamenco, el chorlitejo patinegro. Aunque el pájaro acuático más abundante es la capbussonera. Antiguamente Formentera era el punto de invernación donde se concentraban más ejemplares de la Europa occidental. Hoy en día sin embargo, los máximos registros se dan especialmente a finales de verano, cuando se han llegado a contabilizar unos dos mil ejemplares.

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