UN MUNDO BAJO LAS PIEDRAS: EL ESCARABAJO DE FORMENTERA

Próximo Ferry | junio 28, 2018

Se le «remueven las tripas» cuando imagina a «todos estos turistas removiendo rocas y desplazando todo».

El Akis bremeri es un coleóptero endémico de Formentera que constituye una de las especies más escasas del mundo.

Texto: Josep Rubio | Fotografía: Barbara Klahr

La estrecha franja de tierra entre Es Pujols, el Estany Pudent y las Salinas, que concentra la mayor actividad turística de Formentera, es el único lugar del mundo donde vive el Akis bremeri. A pesar de ser una de las especies más escasas del planeta, este singular coleóptero, endémico de Formentera, aunque no se cuenta con un conocimiento profundo de su biología. Debido a la fragilidad de su hábitat y para asegurar la conservación de la especie, el Govern Balear y la Sociedad Española de Ornitología la han incluido en un plan para estudiar mejor la biología de este escarabajo. El encargado de llevar a cabo esta investigación es Amador Viñolas (Barcelona, 1945) un científico de los de antes, que no estudió Biología porque es de una generación «en la que mandaban los padres, así que tocó hacerse cargo de la empresa textil familiar», pero que colabora regularmente con el Museu de Ciències Naturals de Barcelona desde hace más de 40 años. Además, asesora al sector privado y universidades de medio mundo, desde Corea del Sur a México, pasando por Italia, Chile o Túnez. Entre 1976 y 1999, Viñolas fue un estrecho colaborador del célebre entomólogo Francesc Español, de quien más que un «discípulo» se considera «un hijo», ha descrito 9 géneros y 91 especies y ha publicado más de 200 trabajos y libros sobre coleópteros.

Preparando la expedición en Formentera, Viñolas ha quedado estupefacto con el anuncio de una popular cerveza rodado en la isla. Explica que «se le revuelven las tripas» cada vez que imagina a «todos estos turistas removiendo rocas y desplazándolo todo». En este sentido, el científico recuerda las funestas consecuencias de «la manía que se ha extendido» en muchos destinos turísticos «de hacer montones de piedras», una práctica que «perturba completamente» el hábitat de los coleópteros, en particular de la especie estudiada y otros invertebrados. El investigador señala que el Akis bremeri debe el nombre a su descubridor, el alemán H.J. Bremer, quien lo recolectó por primera vez en 1977. Nace en estado larvario, presentando una forma blanca y blanda, de sección triangular, para luego pasar al estado de pupa y convertirse en adulto: «Aunque no sabemos si, como sucede con otros insectos, vive siempre emparejado con el mismo ejemplar». Es negro y no vuela, puede medir poco más de dos centímetros, se alimenta de detritus vegetales y animales, evita el calor y la luz solar y ha sido incluido en el Atlas y Libro Rojo de los invertebrados amenazados de España. Integra este catálogo porque habita exclusivamente en una de las zonas de la isla que mayor presión humana recibe, junto a los accesos a la famosa playa de Illetas y del núcleo turístico más importante de la isla, es Pujols.

Al científico le gusta dar poca importancia a su trabajo de investigación y describe la labor sobre el terreno como «básicamente, caminar de noche con una linterna levantando piedras». Además, aprovechará la visita a Formentera para fotografiar a este escarabajo tan exclusivo en su hábitat natural. Esta es una de sus especialidades, la fotografía de insectos, por la que se requiere un equipo dotado con un objetivo de microscopía y leds de luz solar: «Para obtener una sola foto se harán entre 140 y 180 , porque los objetivos tienen una profundidad de campo ínfima, por lo que se deben superponer las imágenes con un programa informático para conseguir una sola fotografía con el máximo de detalle «.

Su conocimiento enciclopédico permite a Viñolas citar de memoria otros endemismos de Formentera, como el Probaticus balearicus, el único del género en Baleares, queda mucho por estudiar y tiene un hábitat más delicado aún que el Akis bremeri: se refugia a pie de troncos o ramas y sólo come detritus vegetales.

Además, el científico reflexiona sobre cómo, a pesar de su aislamiento, Formentera no se ha librado de la irrupción de las especies invasoras. Así, Viñolas indica que el año 2017 se encontró por segunda vez en Baleares y por primera vez en Formentera la presencia de un ejemplar de Lucasianus levaillantii, en es Caló de Sant Agustí. Se trata de un coleóptero originario de Argelia que se ha expandido hasta la frontera norte de España y que supone una amenaza para uno de los árboles más emblemáticos de la isla, la sabina.

La pasión por los invertebrados de Viñolas nos enseña que bajo cada piedra hay un mundo por descubrir mediante una curiosidad insaciable y «un trabajo muy fino, en un ámbito muy complicado y con miles de variables». El científico septuagenario conversando desde su casa, mira a su alrededor y reflexiona: «Sólo con el material que tengo en mi piso para trabajar, me voy a morir antes de terminarlo todo».

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